Durante esta semana he seguido impartiendo la unidad de "Control y Robótica" a los alumnos de 4ºESO E, preparándome las clases y estructurando todo, ya que la semana que viene tendrán una última clase de finalización del tema y de repaso, y otra sesión del examen final.
Más allá de la continuación de contenidos y de los proyectos de los cursos, he podido participar en una actividad muy especial que se llama "Háblame bonito", en la que los profesores instan en un vídeo a que en las próximas dos semanas el alumnado se centre en los aspectos de la amabilidad y la cordialidad. En concreto, mi tutora y yo nos hemos dedicado al tema de la sonrisa, grabando en un vídeo ese mensaje tan importante, que luego será recopilado con todos los apartados y demás profesorado que ha formado parte. Además los alumnos tendrán un tríptico en el que cada día trabajarán uno de los aspectos de "Háblame bonito".
Puntualmente, he tenido un "encontronazo con un alumno disruptivo", es decir, que se puso a atacarme en clase con muy malas formas y desafiante por algo que él consideraba que había hecho mal y que le había molestado. Gracias a este tipo de situaciones, sé que se va aprendiendo a ser profesor con la práctica y, teniendo en cuenta que cada alumno o alumna tiene sus dificultades. Me gustaría dar las gracias a los profesores del departamento y en especial a mi tutora que estuvo conmigo en aquellos momentos de inestabilidad y que supieron darme los mejores consejos de cara a volver a enfrentarme a una situación así para evitar problemática en clase y a no personalizar los ataques por mucho que ese alumno los hiciera personales hacia mí. Creo que ha sido una de las experiencias más duras de estas prácticas pero de las más formativas de cara a ser profesor en el futuro.
También he sentido la parte contrapuesta, ya que durante las evaluaciones de esta semana, un grupo de 1ºESO dedicó su tiempo y su participación durante el inicio de la evaluación para dedicarme unas palabras sobre lo mucho que les había gustado cómo expliqué en sus clases. Algo compensatorio que el profesorado no siempre recibe y el cariño de muchos alumnos durante las clases, ahora que nos vamos conociendo mejor.
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